CUNIKROM

Acero Corten

Cunikrom es un sistema integral para la resolución de cubiertas y fachadas de edificios con acero corten. Se trata de un conjunto de láminas de acero Corten de formatos y figuras geométricas infinitas, donde el único límite es la imaginación del prescriptor. 

Se consiguen cubiertas y fachadas de acero corten 100% estancas, perfectamente aisladas térmica y acústicamente, convirtiendo la piel de un edificio en una joya. Se trata de un concepto artesanal, exclusivo, bello y cuidadoso con todos y cada uno de los detalles, encuentros y puntos singulares de la piel del edificio, especialmente indicado para la rehabilitación. 

Cunikrom no nace de una suma de longitudes, anchuras y alturas, de planos, sino como la necesidad de dotar de alma a la piel del edificio.

Desarrollado por el equipo técnico de Indafer, que aporta su experiencia contrastada en la resolución de todo tipo de cubiertas y fachadas a nivel internacional.

El Acero corten es un material con unas condiciones de oxidación muy particulares que hacen que en vez de corroer al acero, sea una verdadera película de protección.

La oxidación superficial que sufre el acero corten, crea una película de óxido impermeable al agua y al vapor de agua que impide que el acero se corroa, es decir, el acero corten no necesita del zinc ni de pinturas de poliester para garantizar su durabilidad frente a la corrosión atmosférica. Además de acero y carbono, en el acero corten hay cobre, cromo y níquel que hacen que adquiera un color rojizo anaranjado característico. El aspecto de la pátina y la tonalidad dependen del medio ambiente, del tiempo de exposición, la temperatura media y la humedad.

El acero corten aporta al edificio una estética única, con un bajo mantenimiento y altísima durabilidad. El acabado superfcial puede durar al menos 80 años sin mantenimiento.

El arte de lo imprevisible, que el producto evolucione y se adapte a su entorno de forma natural, esa es la esencia del Cunikrom. No existen dos iguales, es naturalmente imposible.

También podemos controlar su proceso de oxidación, así como ese óxido nos puede afectar al entorno del edifcio.

Canalizando el agua de una forma tal que siempre esté en contacto con elementos metálicos y oculta a la vista. Aplicando barnices protectores. Estos tratamientos químicos, que hacen que el óxido no se disuelva con el agua de lluvia, paralizándose el proceso de oxidación del corten.